martes, 11 de octubre de 2011

Alberto Bracero

           Decía Johannes Brahms que sin la artesanía, la inspiración es una mera caña sacudida por el viento. Alberto Bracero sabe algo de artesanía porque es un artesano. Pero no trabaja el barro. Trabaja la música. De los que no creo que queden porque moldea la música. La modela a su antojo. Sea el tipo de música que sea, porque es multidisciplinar como un hombre del Renacimiento y porque le salen bien todas las músicas. Lo mismo una banda sonora llena de música épica, que una voz especiada con briznas de soul, o sonidos corales o ideas hechas ópera. Poesía sonora. Gran música, en definitiva. Alberto Bracero es un tipo que se puede decir hecho a sí mismo de los pies a su lejana cabeza. Son más de dos metros de tío. Sibarita, gran gourmet, gran viajero, hombre de familia, buen padre y esposo y amigo de sus amigos. Esa calidad humana la extrapola a la calidad de su música con la que nos abraza sincera como un abrazo de amigo y nos deleita. Hecho a sí mismo, no solo en la música, sino en todas las facetas de la vida. Cuando lo conocí, hace casi diez años, estábamos trabajando en una fábrica metalúrgica en turnos de mañana, tarde y noche. Se puede decir que éramos compañeros de trinchera ya que era algo parecido. En aquellos fugaces descansos matutinos con el café de máquina y la torta del panadero, hablábamos de lo humano (el trabajo, el tiempo y la política) y de lo divino (mujeres, recetas de cocina, ordenadores y música). Yo no es que entienda mucho de música pero no hay que entender mucho para que el poco crédito que tengo en criterios musicales se emocione y se llene sin que nada sea capaz de distraerlo ni dispersarlo. Y oyéndolo admiras la música, como se admira un cuadro de Velazquez, o de Goya. Te paras a degustar los matices de cada pieza que como millones de gotas de un atomizador de perfume, se expanden en tu cerebro provocando sensaciones y colores que no conocías. Registros suyos como “The battle of Nihriya” a la altura de bandas sonoras épicas del mejor cine de Hollywood, pasando por la preciosa copla con orquesta fusionada como “Tu luz, mi todo, mi yo” y “Eva y el mar” ambas dedicadas a su esposa Eva, hasta guiños de soul y jazz como “Under the New York Sky”. Todo esto rodeado de diamantes poco conocidos como Paulina Freire con sus letras, Irene Garrido en la voz de la copla o Sofía González cantando soul. La vida nos ha dado caminos diferentes y hace tiempo que no me lo echo a la cara pero espero que siga por muchos años dando luz a sus estupendas composiciones y que tenga suerte y sea más conocido de lo que es, porque se lo merece y tiene bastante más talento y templanza que algunos músicos conocidos. Alberto tiene el don de los genios que como la hormiga de la fábula trabajan sin concesiones al error ni al desaliento, la inspiración lo acompaña siempre. La tiene siempre ahí consigo mismo como si fuera una parte de su cuerpo. Como si fuese su sombra. Alberto Bracero Composer es lo que pone en su página web. Composer no es su segundo apellido. Pero como si lo fuera. Luciano Pavarotti decía que “una vida dedicada a la música, es una vida bellamente empleada y es a eso a lo que he dedicado la mia”. Pues eso.

                                                                   José Miguel Casado García ©


5 comentarios:

  1. Agradezco la posibilidad de haber conocido algo de la obra de Alberto Bracero...genial! con tu permiso lo colgué en mi página...
    Intuición.-

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  2. Tengo la suerte de conocer a Alberto y es una persona musicalmente perfecta, coincido con lo que describes

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  3. Por eso tenemos esa suerte los que lo conocemos. Tanto como persona o como músico son de una calidad excepcional.

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  4. Impresionado me hallo. Excelente puntería con la pluma, Jose Miguel. Tú eres al escribir lo que yo al componer. Por este tipo de cosas hay que esforzarse más día a día, para nunca defraudar y siempre superarse.
    Fantastíco Blog, aunque ya lo sabes, es una ventana que todo el mundo debería abrir y leer, pues en el hay verdades sin anestesia, tal y como su subtitulo indica. Como la vida misma, sin edulcorar.
    Siempre implicado con tus articulos y sacando punta a la actualidad de una forma filosófica y entendible. Para todos los publicos.
    Este es mí "Quid pro quo", aunque se quede corto.
    Mucha suerte con tus entradas, espero encontrar tu nombre en breve firmando debajo de un articulo en alguna pagina de algún periodico de gran tirada a la par que en su suplemento dominical, haciendo sombra al mismisimo Reverte, que ya es hora coño!!.
    www.albertobracero.com

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  5. Muchas gracias Alberto mi deseo es recíproco y es que espero verte pronto yo también en algunos títulos de crédito de alguna película de Hollywood o en algún CD, que como tú bien dices ya es hora.

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